
El fin de las heladas abre un período clave para que agricultores y empresas ajusten sus sistemas hídricos. Mantención preventiva, capacitación y provisión de insumos son factores críticos para la continuidad y eficiencia.
El fin de las heladas abre un período clave para que agricultores y empresas ajusten sus sistemas hídricos. Mantención preventiva, capacitación y provisión de insumos son factores críticos para la continuidad y eficiencia.
Menos superficie cultivable, menor oferta de productos y aumento de precios son algunas de las consecuencias proyectadas si no se acelera esta transición en los próximos años.
En la Huerta Municipal La Esperanza se instaló un sistema de riego demostrativo y realizó un taller sobre este riego por goteo en espacios reducidos con funcionarios de la empresa estatal DRIPSA de la provincia de La Rioja.
De acuerdo al Depto de Irrigacion, el informe de escurrimiento no arrojó datos positivos para los principales canales de agua de San Rafael.
El sistema de riego postulado a la Ley de Riego por Patricio Roco le permitirá regar con mayor eficiencia más de 15 hectáreas de alfalfa.
En el Área de Riego del Río Dulce, donde se concentran aproximadamente 20.000 hectáreas del cultivo, especialistas del INTA remarcan que el manejo estratégico del agua puede definir la rentabilidad de la actividad. Con tecnologías de planificación y control, la alfalfa podría alcanzar rendimientos promedios de 20 toneladas de materia seca por hectárea y sostener la producción forrajera y ganadera de la región.
Los trabajos contemplan la rehabilitación de canales de riego deteriorados y la instalación de reservorios temporales con geomembranas.
Clave para ello ha sido la articulación entre la CNR, el Gobierno Regional, el CORE y el Ministerio de Agricultura, respectivamente.